La ruta perfecta por Italia

¿Queréis hacer un viaje para conocer el norte de Italia? Podemos daros las claves para conocer los lugares más importantes y bellos, de una manera económica y sencilla.

Lo principal, el medio de transporte. Hay quienes optan por el interrail, pero yo aún no he podido descifrar su funcionamiento. Si de tres a cinco personas, la opción más barata es alquilar un coche. La compañía que nosotros elegimos fue Hertz, que nos ponía menos problemas y era de las más fiables (aunque todas las compañías tengan mala fama en los foros de Internet). Alquilamos para 8 días, con un conductor mayor de 25 (que es más barato). El inconveniente es que tenéis que tener una tarjeta de crédito y no cualquier banco te la da. Nota: el que paga tiene que ir al viaje y tiene que conducir, sino tendréis que contratar un segundo conductor. Eso sí, tened en cuenta que en Italia es todo PEAJES, razón de más para ir más de 3 en el coche.

Una vez solucionado lo más difícil del viaje y antes de reservar incluso el coche, habrá que comprar los billetes de avión. ¿El destino? Bérgamo, junto a Milán (más de una hora en realidad). Lo mejor es pillarlo entre semana que vale más barato. No os conforméis con billetes de más de 30 euros, a no ser que tengáis una fecha muy cerrada para viajar.

A continuación, la ruta a seguir. Nuestra recomendación es: Bérgamo -Milán – Lago di Garda – Verona – Venecia – Bolonia – Florencia – Lucca – Pisa – Cinque Terre – Génova – Bérgamo.

¿Cómo visitar todos estos lugares en 8 días? Es muy sencillo. El primer día, si llegáis por la mañana, podéis visitar Milán. No hay muchas cosas esparcidas que ver, se concentra sobre todo en la zona del Duomo, por lo que podréis dedicarle sólo una tarde. Además, es mejor hacer noche en Bérgamo, porque es más barato.

Al día siguiente tendréis que salir temprano, porque el camino será largo. La primera parada es el Lago di Garda, pasando por lo pueblos de Desenzano del Garda y Sirmione. Pueden verse tranquilamente en una mañana. Después de comer, habrá que partir para poder pararnos en Verona. Es importante ver lo imprescindible, porque sólo tendremos una tarde, pero da tiempo perfectamente, si te limitas a dar un paseo por el centro.

Por último, habrá que partir hacia Venecia, donde recomendamos reservar alojamiento en las afueras, que es más cómodo y económico, sobre todo si vais en coche (nosotros estuvimos en Marghera).

Nota importante: llevad un Tomtom actualizado con vosotros, porque si no os perderéis seguramente. A nosotros nos mandó hacia Trieste… pero pudimos resolverlo, a pesar de los peajes.

Es mejor aprovechar el día visitando los pueblos y ciudades que hay por el camino. Al día siguiente, podréis emplearlo al completo para ver Venecia. Algunos dicen que hace falta más tiempo para conocerla, pero para seguir esta larga ruta sólo tendréis un día. Lo recomendable es seleccionar: conocer la ciudad al completo o conocer lo indispensable y las islas. Nosotros optamos por la primera opción, pero eso dependerá de los gustos.El cuarto día habrá que partir hacia Florencia. Por el camino, recomendamos visitar Bolonia. Pasad por la oficina de turismo que hay en el centro y comprobaréis que se puede conocer en una mañana, aunque si queréis podéis emplear más tiempo.

Luego viene la gran Florencia, a la que hay que dedicarle tiempo si realmente queréis conocer sus encantos. Hay muchos atascos para entrar en horas punta, aunque hay bastante tráfico por lo general. Hay que tener en cuenta este detalle para saber la hora de llegada.

Lo mejor es salir a conocer un poco de Florencia la primera tarde, aunque después de la paliza de Venecia, también recomendamos descansar y comenzar con ganas al día siguiente.

El quinto día dedicadlo en profundidad a Florencia, aunque seguramente tendréis que destinar la mañana siguiente a ver más cosas, como nos paso a nosotros.

La tarde del sexto día partimos para Lucca, un peculiar pueblo camino de Pisa. Seguramente le tengáis que dedicar bastante tiempo a conocer el pueblo. Si vais un domingo veréis el extenso mercadillo de antigüedades, sino también hay muchas cosas que conocer. Es curioso el ancho muro que rodea el antiguo pueblo, por el que se puede pasear cómodamente.

De noche llegaremos a Pisa. Intentar ver la costa es cosa difícil. La ciudad en sí se puede ver en una mañana.

Después de comer, o incluso antes, tiraremos para Génova. Con una parada obligatoria en Cinque Terre. Esta tierra está formada por los pueblos de Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore. En nuestro caso, paramos en Manarola, un lugar muy peculiar en el que merece la pena pararse hasta la tarde para conocerlo a fondo.

Más tarde tiraremos para Génova, aunque no es un lugar en el que haya mucho que ver, así que perded todo el tiempo que queráis por el camino. Por ejemplo, parad en Portofino, aunque nosotros no lo conocemos y no podemos decirte nada del lugar. A la mañana siguiente habrá que echarle un vistazo a Génova para salir temprano hacia Bérgamo.

Éste es ya el último día y dependiendo a qué hora salga el avión podrás visitar más o menos a fondo el pueblo de Bérgamo, concretamente la Ciudad Alta.

Este es un resumen del viaje que nosotros hicimos. En realidad, se nos complicó, porque pillamos la nube de ceniza del volcán islandés Eyjafjallajökull, pero de contarlo se encargará A. Murga. (Llegamos hasta Frankfurt en autobús y volvimos hasta Sevilla).

Más adelante, cuando disponga de más tiempo, podré explicaros qué ver en cada ciudad y pueblo, con más detalle. Esto es todo por hoy. Un saludo.